Escuela Lincoln Annex

Hace cuatro años, el superintendente interino de escuelas Kyle Anderson recomendó el

cierre de la escuela primaria Lincoln Annex en New Brunswick para utilizar el predio

para la construcción del instituto del cáncer financiado por la Fundación Robert Wood

Johnson y la Universidad de Rutgers con un presupuesto de $750 millones. La escuela

mencionada acoge a una población de 94% de estudiantes Latinos en una comunidad

donde el 19.3% de la población no tiene ciudadanía.

A pesar de la resistencia organizada por los miembros de la comunidad para impedir el

cierre y demolición de la escuela Lincoln Annex, la construcción de una nueva escuela

comenzó en un área controversial de la ciudad debido a que alojó residuos tóxicos y

además alegan preocupación por la seguridad de la construcción en ese sitio. Mientras

tanto, los estudiantes asisten temporariamente en una escuela armada en un antiguo

depósito.

Las dinámicas de poder en el gobierno local de New Brunswick inevitablemente

parecen favorecer a intereses corporativos, pero ¿qué si hay un modo de darle a los

residentes de la comunidad un altavoz? La campaña VOTOS PARA TODOS busca

darles a los no ciudadanos desde los 16 años en New Brunswick y Jersey City el

derecho a votar en las elecciones locales y municipales. Si el petitorio para la campaña

consigue suficientes firmas, la decisión estará en manos de los votantes registrados de

extender la solidaridad a nuestros vecinos votando el referéndum en noviembre.

Las personas no ciudadanas en nuestra comunidad pagan impuestos, envían a sus

hijos a las escuelas públicas, contribuyen a la economía local, y son parte integral del

tejido que hace vibrante a ciudades como New Brunswick y Jersey City. Mientras los

debates a nivel nacional sobre el estado de la democracia en los Estados Unidos se

suceden durante el año electoral, la campaña de VOTOS PARA TODOS ofrece una

ampliación de la democracia a nivel comunitario de base donde su impacto se sentirá

más fuerte.

Como padres y activistas, sabemos que las condiciones de aprendizaje óptimas para

los estudiantes van más allá del horario escolar. Mientras los residentes de New

Brunswick y Jersey City se esfuerzan por pagar la renta, exigen condiciones de vida

dignas a los propietarios de sus viviendas, y acceso a recursos comunitarios, obtener el

derecho a voto les ofrece a los no ciudadanos tener la oportunidad de luchar junto con

sus vecinos de la clase trabajadora a favor de la protección de los inquilinos y de los

derechos cívicos.

A pesar de que la lucha por los derechos de los estudiantes en New Brunswick

continúa, no podemos imaginarnos cuánto más se amplificarán las voces de los

miembros de la comunidad cuando TODOS tengamos el derecho a votar sobre los

asuntos que nos conciernen.

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